martes, 14 de octubre de 2008

JORNADAS DE PAZ Y DIGNIDAD DE LOS PUEBLOS INDIGENAS

Organizado por la Dirección de Deporte y Recreación de la Municipalidad de la Capital, a cargo de la profesora Verónica Peirano dependiente de la Secretaria de Cultura, Educación y Deporte en forma conjunta con la Municipalidad de Valle Viejo y Fray Mamerto Esquiú, para confraternizar con las otras Municipalidades.

Este sábado se realizo la JORNADAS DE PAZ Y DIGNIDAD DE LOS PUEBLOS INDIGENAS, a las 17,30 horas salio desde la Plaza de Mayo la fecha del Oeste, con el bastón que lo llevo Héctor Muro, se dirigió por calle San Martín, luego por avenida Alem, y luego por avenida Presidente Castillo, fecha del Norte que salio desde La Carrera (Ruta 41), la fecha del Sur que largo desde Ruta 33 (aproximadamente 2 km. Parando en la entrada a Huaycama, desde allí hasta Sumalao, Plaza de San Isidro, por Padre Esquiú ) Plaza de San Isidro, Domingo de Velasco hasta Eulalia Áreas de Vildoza, y la fecha del Este que marcho desde la Curva de Santa Cruz (Ruta 38), donde arribaron a la Plaza del Aborigen. Sabemos que correr es una forma vital de la vida ceremonial y tradicional. Nuestros antepasados y ancianos nos han enseñando que corriendo espiritualmente se fortalece la unidad entre la humanidad, la naturaleza y el universo.


Allí se rindieron homenaje a la Pacha Mama, en la apacheta donde el profesor Toro dio inicio a la celebración.


Para terminar se realizo el acto oficial, con la entrada de las bandera de las escuelas de Valle Viejo y Fray Mamerto Esquiú, luego palabras alusiva “Si hablamos de nuestros antepasados no hablamos del pasado, sino de la presencia que sigue estando aquí, y a través de esa presencia se vuelve a reactivar lo que es el entendimiento y las instrucciones que dejaron, y que tuvieron la capacidad de mantener por cintos de años, que es la de cuidar la madre tierra y de honrar y respetar la vida. En jondas estamos dando pasos para venir a reactivar esta memoria y presentarnos ante la Pachamama y decirle aquí estamos, quizás no estuvieron los abuelos, bisabuelos o tatarabuelos que estaban más fortalecidos, mas sanos; pero comprendemos que esta madre tierra está en su proceso de sanación de esta enfermedad.